El pasado 19 de enero, en el auditorio del despacho de abogados Pérez-Llorca junto con la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE se realizó la tercera sesión de cátedra en dónde se analizaron las cuestiones prácticas que están suponiendo para las empresas la implantación de dos de las más importantes normas digitales europeas de la última década, la Digital Markets Act (DMA) y el Digital Services Act (DSA), llamadas a convertirse en piezas legislativas clave en el ámbito del Internet.
La adopción de la Digital Markets Act (DMA) y el Digital Services Act (DSA) supone una importante transformación para las empresas, ya que estas dos normas digitales europeas tienen la capacidad de redefinir el equilibrio de poder entre los proveedores de servicios digitales en línea y los usuarios. Estas nuevas leyes están destinadas a crear una mayor confianza en el mercado digital, generar una mayor competencia y proteger mejor a los consumidores.
Esta legislación se encuentra actualmente en proceso de desarrollo y su aplicación no se dará hasta dentro de unos meses, pero ya hay algunas cuestiones prácticas que las empresas deben tener en cuenta. En primer lugar, la DMA establece una regulación más estricta para los proveedores de plataformas digitales más grandes, conocidos como «plataformas de confianza». Estas plataformas de confianza son aquellas que tienen una gran influencia en el mercado digital, lo que significa que tienen una gran cantidad de usuarios, una gran participación en el volumen de negocios o un gran número de proveedores de servicios digitales. Estas plataformas de confianza tendrán que cumplir con ciertos requisitos, como por ejemplo, proporcionar información clara a los usuarios sobre los productos y servicios ofrecidos, algo que no siempre se hace en la actualidad.
Para los proveedores de servicios digitales, la DSA establece un marco regulatorio para garantizar que los servicios sean seguros, fiables y seguros para los usuarios. Esta legislación también exige que los proveedores de servicios digitales adopten medidas para proteger la privacidad y los datos personales de los usuarios. Esto significa que los proveedores de servicios digitales tendrán que tomar medidas para garantizar que los datos personales de los usuarios se almacenen de manera segura y que los usuarios puedan controlar la forma en que sus datos se usan.
En términos generales, las empresas tendrán que prepararse para adoptar estas nuevas normas de seguridad y privacidad. Esto significa que los proveedores de servicios digitales tendrán que comprender los requisitos de la ley y asegurarse de que sus servicios cumplan con todas las regulaciones. Asimismo, estas empresas tendrán que asegurarse de que los usuarios estén bien informados sobre los términos y condiciones de los servicios digitales que ofrecen.
Por último, las empresas tendrán que asegurarse de que están listas para el impacto de la DMA y DSA en términos de innovación, competencia y cambio de comportamiento. Esto significa que deben estar preparados para adaptarse a los nuevos requisitos y trabajar para asegurar que los servicios digitales sean seguros para los usuarios. Estas leyes también podrían tener un impacto en la cantidad y calidad de los servicios digitales ofrecidos, lo que significa que las empresas tendrán que estar preparadas para adaptarse a los cambios.
En definitiva, la implementación de la DMA y DSA supone para las empresas una serie de cuestiones prácticas que deben tener en cuenta. Estas nuevas leyes tienen la capacidad de transformar el mercado digital y crear un mayor nivel de confianza entre los usuarios y los proveedores de servicios digitales. Esto significa que las empresas tendrán que asegurarse de que están preparadas para cumplir con los requisitos de la ley y asegurarse de que los servicios digitales sean seguros y protejan la privacidad de los usuarios.
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